
¡Hola tú! Me llamo Catalina por la Quintrala y María por la Virgen. Vaya nombre de opuestos complementarios.
En el 2010 me llegó la crisis de los 30 con esta misma pregunta que me llevó como a Alicia, por un viaje al país de las maravillas y también las pesadillas.
Porque quería más de la vida, pero tenía demasiado miedo dejar lo que ya no estaba funcionando y soltar las expectativas que estaban puestas en mí.
Y claro... se siente una pesadilla darte cuenta que el cambio es necesario, y la antesala del cambio en sí se siente como manejar un auto mecánico en una pendiente de 90°... Además significa soltar el control. Y en verdad no controlamos nada.